sábado, septiembre 17, 2005

Perfil de un ilustre celicano radicado en Quito

La historia del empresario Rodrigo Calderón

A los 13 años dejó su natal Celica, en la provincia de Loja, luego de concluir el segundo curso en el colegio. Decidió emigrar a Quito para trabajar y ayudarle a su madre en la manutención de la casa. Dos años antes, su madre quedó viuda y a cargo de siete hijos. Rodrigo Calderón Merizalde, su tercer hijo, evidenció que su progenitora no iba a poder darle todo lo que él aspiraba. Entonces buscó ayuda en uno de sus cuñados, quien le llevó a Quito. Atrás quedó el campo y los amigos de Celica. En la capital trabajó en una mecánica, en una panadería, una imprenta y en un restaurante. A los 14 años ingresó a aprender el oficio de artesanía en cuero o marroquinería.

"Era un trabajo fácil, que no requería de mayor experiencia y por mi edad estaba seguro de aprender", recuerda hoy don Rodrigo Calderón, a sus 41 años de edad. La confianza en sí mismo le dio resultados. A inicios de la década de los 90 fue nombrado supervisor y en 1992 decidió que ya era hora de instalar su propia empresa. [sigue]

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